miércoles, 20 de agosto de 2008

El movimiento sindical ante las nuevas formas de organización del trabajo.

A lo largo de la historia ha resultado evidente la necesaria aparición de formas de organización de las masas trabajadoras frente a la figura del empleador, ya que ha sido inevitable crear mecanismos de defensa y representación de los intereses generales de los trabajadores quienes se encuentran en una clara desventaja derivada de la situación económica que ostentan; es por ello, que ha surgido el movimiento sindical como una clara respuesta a dicho contexto, el cual ha servido como plataforma de las relaciones las relaciones de trabajo, trayendo consigo resultados traducidos en mejores condiciones de trabajo cuya organización y buen funcionamiento va a depender directamente de los involucrados. De allí, la elevada importancia práctica que tienen los sindicatos en la constante búsqueda de la adecuada convivencia de los trabajadores dentro del proceso productivo; sin embargo, en los últimos años se han presentado una serie de contradicciones al respecto, ya que se ha visto la decadencia en que han incursionado los mismos, lo cual queda evidenciado en las bajas tasas de afiliación y la poca relevancia en el ámbito laboral que traen consigo un necesario replanteamiento de éstos. De igual manera, se han visto influenciados directamente por el fenómeno flexibilizador que se viene experimentando desde hace algunas décadas en el ámbito laboral y que modifica por completo los viejos sistemas de organización del trabajo existentes a principios del siglo XX.

Es por ello, que resulta evidente la necesaria transformación en este campo, ya que aspectos como la corrupción, malversación de fondos, exclusión social (especialmente en relación con el trabajo femenino), entre otros, le han restado importancia a la organización sindical y que unido a factores externos tales como, la fractura del mercado laboral con el aumento del sector informal y del desempleo, junto a los contratos precarios de trabajo y la clara individualización de las relaciones laborales, como nuevo paradigma de producción ha traído consigo que se haya desvirtuado e incluso perdido vigencia las viejas formas de organización sindical que parecen haberse quedado un paso atrás frente a los cambios que se vienen experimentando en el campo laboral.

De esta manera resulta necesario la reestructuración de los mismos ya que sería erróneo pensar en que la desaparición de los mismos es el camino a seguir ante las dificultades que se presentan, debido a que se perderían los derechos y reivindicaciones obtenidas y por las cuales se luchó durante muchos años; es por ello, que deben crearse medidas reformadoras en cuanto a la formación de las organizaciones sindicales, y así evitar su desaparición; es decir, deben surgir propuestas innovadoras y eficaces que se adecuen a la realidad social que permitan la unión de los trabajadores, trayendo consigo la ampliación en la alianza en el marco de plataformas comunes más allá de lo local, que resulten eficaces y respondan ante las nuevas exigencias de las relaciones de trabajo.

Bibliografía. Lucena, H. (2003). El movimiento sindical ante las nuevas formas de organización del trabajo. [Revista en línea]. Disponible en:
http://www.nuso.org/upload/articulos/3115_1.pdf.

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