jueves, 31 de julio de 2008

El teletrabajo y su encuadramiento jurídico dentro del derecho laboral.


A lo largo de la historia de la humanidad, siempre ha existido por parte del hombre la constante búsqueda de satisfacción de sus necesidades básicas, y precisamente ha sido por medio del trabajo y de la optimización de las condiciones del mismo que ha tratado conseguir dicho fin. Luego de la mitad del siglo pasado se comenzaron a experimentar una serie de cambios a nivel mundial que vienen determinados por la influencia de algunos fenómenos tales como la globalización, y el comienzo de la llamada “era informática” que unidos a nuevas políticas económicas y sociales implementadas por los Estados, han generado un completo cambio en el mercado laboral, y con ello la caracterización del empleo y las condiciones de los trabajadores.

En consecuencia, surgen nuevas tendencias laborales y es precisamente el teletrabajo uno de ellos, debido a que el desarrollo de nuevas tecnologías y de las telecomunicaciones ha contribuido a ello; es decir, debe entenderse que el teletrabajo se caracteriza por la prestación de un servicio fuera del lugar de trabajo mediante el uso directo de tecnologías y herramientas especializadas como principal instrumento para el desarrollo del mismo, es decir, son aquellos casos en los cuales las personas desempeñan una serie de actividades (laborales), pero para la realización de estas tiene que servirse de los medios tecnológicos que tiene a su alcance.

En relación al teletrabajo surgen una serie de discusiones sobre su encuadramiento en el ordenamiento jurídico, es decir, si este puede ser considerado como “trabajo” igual que las formas tradiciones ya establecidas, sin embargo hay que tener presente que al igual de dichas formas tradicionales, el teletrabajo cuenta con los tres supuestos fundamentales que determinan la relación laboral, es decir, la prestación de un servicio personal en beneficio ajeno, la subordinación, y una renumeración traducida en la obtención de un salario, ya que esta persona presta sus servicios para una empresa o un patrono bajo una relación de subordinación y que si bien es cierto no se cuenta con una relación directa o mejor dicho física con el empleador no puede dejar de configurarse la relación laboral, siempre sin confundir esta relación indirecta con la ausencia de control laboral sobre el trabajador.

Es por ello, que por analogía dentro del ordenamiento jurídico venezolano, debe ser enmarcado el teletrabajo, ya que se encuentra bajo las mismas condiciones consideradas fundamentales o necesarias ya establecidas, y que determinan las relaciones laborales tradicionales, por consiguiente, tanto los derechos como las obligaciones de los trabajadores deben ser establecidos dentro de la legislación nacional atendiendo sus elementos esenciales, ya que podría presentarse el caso de que algunas situaciones serían imposibles solucionar por analogía con las formas tradicionales.
De lo anterior se deriva el innegable crecimiento de las nuevas formas laborales que se presentan en el mundo actual, ya que ha quedado demostrado que no puede dejarse de lado las innumerables ventajas que ofrecen los recursos tecnológicos que han surgido en los últimos tiempos, y mediante los cuales se pueda lograr la optimización de los niveles de productividad y la disminución de los gastos relacionados a la permanencia de una serie de trabajadores en los lugares directos de trabajo, junto a la inclusión de algunos sectores a los cuales puede presentárseles inconvenientes para el desempeño de empleos en condiciones normales.
Bibliografía. Ramirez, S. (2002). El teletrabajo y su encuadramiento jurídico dentro del derecho laboral. [Revista en línea].
http://www.ieid.org/congreso/ponencias/ramirez%20colina,%20sulmer%20paola.pdf

lunes, 28 de julio de 2008

La Precariedad laboral y su incidencia en las políticas sociales de la V República.


Venezuela, al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, sufren una serie de problemas políticos, económicos, sociales, etc., que inevitablemente van a influir de manera directa en el campo laboral, debido a que no se encuentran dadas las condiciones adecuadas para cubrir las necesidades básicas de la población, que en muchos casos se ve afectada por serios problemas como el desempleo originando cada vez más pobreza en la región.

Bajo este panorama surgen una serie de situaciones que van a producir un estado de inestabilidad general, y es precisamente a partir de esto, donde las personas tienden a la búsqueda de soluciones a los graves problemas que los aquejan, surgiendo de esta forma fenómenos como la creciente corriente hacia el empleo informal y la precarización de las condiciones de trabajo.

En líneas generales, puede decirse que se observa una clara tendencia hacia la disminución del desempleo pero a su vez se aumenta de una manera alarmante la precarización e informalidad, unido al hecho que bajo estas formas de empleo atípico, los trabajadores no gozan de los beneficios laborales que les corresponden, ya que derechos fundamentales tales como la Seguridad Social se encuentran excluidos por completo.

Ante esta situación algunos países han tratado de implementar políticas económico-sociales orientadas a la disminución de esta creciente problemática, mediante la reestructuración de sus modelos productivos. Frente a esta problemática, el gobierno nacional impulsó una serie de programas sociales denominadas misiones, para incorporar los grupos excluidos al sector productivo del país, abarcando áreas como la educación, la minería, la alimentación, la salud, el deporte, entre otras. Por consiguiente, dichas políticas sociales se encuentran encaminadas a la búsqueda del desarrollo social para que trajera consigo importantes y eficaces cambios económicos que se evidenciaran en la productividad del país.

Sin embargo, no se ha logrados que las misiones logren cumplir con los objetivos trazados, tal vez sea producto de la poco estructuración del proyecto desde sus inicios lo cual origina en muchos casos ineficiencia en las actividades desarrolladas; ya que si bien es cierto es un proyecto bastante ambicioso, no tiene sentido el hecho de ser desarrollado a parte del sector salud, educación, etc ya existentes en el país, lo cual imposibilita que estas se vean traducidas en eficaces políticas de productividad e inclusión social.

Luego de casi 10 años de la creación de estos programas sociales, son pocos los beneficios obtenidos, debido a que se ha convertido en un proceso viciado por la burocracia, excesiva incidencia ideológica y partidista, junto a la mala gestión de los recursos, lo cual conduce a que no se cumpla con los objetivos programados. De igual manera más específicamente en el campo laboral, estos programas no han dado respuesta a los principales problemas por los cuales fueron creados, ya que no crean las condiciones laborales adecuadas para los involucrados, en pro del desarrollo y productividad del país.


Bibliografía. Salazar, N. y Rivas, F. (2004). La precariedad laboral y su incidencia en las políticas sociales de la V Republica: Una mirada especial a las misiones. [Revista en Línea]. Consultado el 24 de julio de 2008 en http://www.saberula.ve/fermentum/.

sábado, 26 de julio de 2008

El proceso de reforma de la seguridad social en Venezuela.


El sistema de seguridad social en Venezuela como el conjunto organizacional creado para la garantización del derecho humano fundamental a la seguridad social, ha sido objeto de un proceso de reforma que ha ido aumentando en las últimas décadas, en el cual sobresale como el primero de los factores que han influido de manera directa en el mismo: la crisis del Estado de bienestar, entendiéndose a éste como la satisfacción por parte del Estado de las necesidades básicas de carácter económico, educativo, sanitario, etc. de una sociedad; y que unido así mismo a otros factores como la pobreza y las corrientes del neoliberalismo desencadenan una disminución de la seguridad social de los ciudadanos en general.

Fenómenos como la globalización y una serie de políticas económicas, monetarias, laborales, entre otras han influido de manera directa en los Estados llevando consigo la crisis del Estado de Bienestar, especialmente en aquellos países donde la pobreza extrema y la baja calidad de vida de los ciudadanos es una característica fundamental; de igual manera la caída de la tasa de beneficio, las crisis financieras y la deslegitimación del orden político establecido, junto a una evidente crisis de gobernabilidad conducen a una inevitable crisis e inestabilidad laboral.

De igual manera, la pobreza se configura como otro de los factores que influyen en la seguridad social de un país, presentándose como indicador del grado de subdesarrollo del mismo, el cual se ve evidenciado en altas tasas de desempleo. Cabe destacar que no ha sido una problemática dejada en el olvido ya que han sido creadas políticas que aminoren este problema tal como las políticas por Industrialización de Sustitución de las Importaciones (ISI); sin embargo, medidas como ésta van a desencadenar problemas mayores agravando incluso la situación existente ya que no va a proporcionar las vías hacia el desarrollo, sino que produce el hundimiento de los sectores más desfavorecidos en donde la clara e inútil dependencia petrolera acelera la evidente crisis social en el país y que cada vez que se hace más difícil de superar.

Es allí donde aparece el sistema de seguridad social, como garantizador de la protección a los miembros de la sociedad mediante medidas que auxilien las privaciones económicas y sociales, capaces de superar la pobreza, aumentar el desarrollo de la democracia y la participación de los ciudadanos. Este sistema ha sufrido en las últimas décadas serias transformaciones que conllevan a la inexistencia y crisis de un sistema de seguridad social que abarque los problemas de la población.

Son muchas las causas que han influido en este proceso pero basta con enumerar la crisis económica, la mala gestión pública y los factores políticos e ideológicos. En el caso venezolano hay que hacer referencia a tres cuestiones fundamentales: la burocratización de la institución, la crisis social que atraviesa el país y especialmente la exclusión de los sectores principalmente involucrados como lo son los trabajadores representados por la CTV; quienes son los que principalmente ven sus intereses comprometidos y exigen la garantización del derecho a la seguridad social, la universalización de éste, la participación en la toma de decisiones referentes al sector, la adecuada gestión de los recursos, entre otros; es decir, lo que buscan es que se cuente con un sistema de seguridad social eficiente, incluyente que garantice los derechos de los sectores vinculados que cada vez más se ven afectados por la pobreza y el deterioro de la calidad de vida de los trabajadores.
Es allí donde debe surgir el sistema de seguridad social capaz de responder a las necesidades de la población y no de un sector o grupo social, ya que se olvida que cuestiones como el desempleo y una óptima calidad de vida de las personas es el camino idóneo para solucionar males mayores como lo es la pobreza y el subdesarrollo de un país.


Bibliografia. Barrios, L. y Camejo, A.J. (2005) "El Proceso de Reforma de la Seguridad Social en Venezuela: Una Visión desde El Movimiento Sindical Venezolano (CTV)" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Número 48.